Me llamo soledad tengo 19 años, mi abuela padece cáncer y e estado yendo a visitarla a diario. E estado de hospital en hospital este año preocupada y nerviosa, de no saber que pasará más adelante si todo estará bien o no, si me pongo a pensar desde principio de año jamás había estado en hospitales y aun así no quisiera estar nunca, al verla a ella postrada en una cama marchitándose de vida y esperanza me partía el alma y creo que a todos.
Hoy es viernes voy a verla, a ver como se encuentra de animo a pesar que no soy la única que la va a ver, la familia prefiere tomar un poco de aire antes de entrar, sinceramente dicho “prefieren mentalizarse para ser cínicos y darle un poco mas de alegría a mi viejita”, al lado de ella hay mas gente y cada uno de ellos se ve deteriorados y esperando a la muerte.
Semanas mas tardes el medico dice que se tiene que ir a la casa y nos explica que es mejor que ella este rodeada de seres queridos hasta sus últimos días, se aproximaba su cumpleaños yo le tenia un obsequio que le encantaba y me lo había pedido desde mucho asíque ese día se lo quería entregar pero cuando fui para la casa de ella me di cuenta en el camino que no lo había traído y ya no me podía devolver así que espere hasta el otro día para entregárselo, pero ya era tarde de un suspiró, murió su corazón ya no resistió mas y nos dejo.
Ese mismo día en la tarde le pusieron su traje morado, su padre pío en sus dedos y un peinado muy lindo y la velamos todos muy afectados y yo con la pena de no poner entregarle su regalo. El día del funeral nos encontrábamos alrededor de ella todos reunidos destrozados nadie paraba de llorar, aparte de una gran abuela era una gran madre, una gran suegra y una amiga muy preciada entre la familia.
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